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Francis Bacon (pintor)

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Francis Bacon

Retrato de Francis Bacon por Reginald Gray (1960)
Información personal
Nacimiento 28 de octubre de 1909
Dublín, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda
(actual República de Irlanda)
Fallecimiento 28 de abril de 1992 (82 años)
Madrid, España
Causa de muerte Infarto agudo de miocardio Ver y modificar los datos en Wikidata
Residencia Dublín, París, Montecarlo y Londres Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Británica e irlandesa
Familia
Padre Capt. Anthony Edward Mortimer Bacon Ver y modificar los datos en Wikidata
Pareja George Dyer Ver y modificar los datos en Wikidata
Educación
Educado en Dean Close School (1924-1926) Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Pintor, diseñador y artista visual Ver y modificar los datos en Wikidata
Área Pintura y diseño de mobiliario Ver y modificar los datos en Wikidata
Años activo 1925-1992
Movimientos Surrealismo, expresionismo, cubismo y arte moderno Ver y modificar los datos en Wikidata
Género Retrato y arte figurativo Ver y modificar los datos en Wikidata
Obras notables Tres estudios para figuras en la base de una crucifixión Ver y modificar los datos en Wikidata
Sitio web www.francis-bacon.com Ver y modificar los datos en Wikidata
Distinciones
  • Rubenspreis (1967) Ver y modificar los datos en Wikidata

Francis Bacon (Dublín, 28 de octubre de 1909-Madrid, 28 de abril de 1992) fue un pintor británico de estilo figurativo idiosincrásico, caracterizado por el empleo de la deformación pictórica y gran ambigüedad en el plano intencional.[1]​ Fue autor de 584 pinturas y alrededor de 600 dibujos.

Considerable ambivalencia puede además ser detectada en comentarios suyos, tales como «quisiera que mis pinturas se vieran como si un ser humano hubiera pasado por ellas, como un caracol, dejando un rastro de la presencia humana y un trazo de eventos pasados, como el caracol que deja su baba» o «acaso algún día logre capturar un instante en toda su violencia y toda su belleza».[2]

Biografía

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Pintor anglo-irlandés

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Casa natal de Bacon en Dublín.
Nicolás Poussin, La masacre de los inocentes, 1625-30. Musée Condé, Chantilly.
Edgar Degas, Después del baño, pastel, 1903. National Gallery, Londres. Se trata de un trabajo sumamente apreciado por Bacon, quien se interesó por él dada la vulnerabilidad que emana del mismo: "Conoces sin duda ese hermoso pastel de Degas en la Galería Nacional; una mujer que se seca la espalda. Si te fijas en la parte superior de la columna, verás que casi sale por completo de la piel."[3]
Subiendo escaleras, animación a partir de cronofotografías tomadas por Muybridge en 1884-85.
Fotograma con primer plano de nodriza con disparo recibido en el ojo, proveniente de la película muda El acorazado Potemkin (Sergei Eisenstein, URSS, 1925). Bacon: "Hubo un tiempo en que tenía la esperanza [...] de hacer el mejor cuadro del grito humano."[4]
Máscara mortuoria de William Blake. Bacon poseía en su estudio una copia de ella y la empleó como modelo para su pintura Estudio para retrato III (a partir de la máscara mortuoria de William Blake), 1955.[5]

Nació en Dublín en 1909. Parte de su niñez transcurrió tanto en Irlanda como en Inglaterra, siendo su padre británico, nacido en Australia,[6]​ y su madre inglesa. Desde 1925 residió en Londres, donde permaneció y trabajó durante 67 años, desarrollando allí casi toda su producción artística. Bacon se consideraba un pintor británico. En 1937 participó en la muestra de diez Jóvenes Pintores Británicos, organizada por Eric Hall en Agnew's, Londres.[7]​ En 1945, expuso en Londres, junto con los artistas ingleses Henry Moore y Graham Sutherland, su pintura Tres estudios para figuras al pie de una crucifixión (c. 1944), tríptico que, según el propio Bacon, marcó el punto inicial su carrera plástica.[8]​ En 1950, obra de Bacon es incluida en la exposición Los últimos cincuenta años en el arte británico, presentada en la Galería Knoedler de Nueva York.[9]​ En 1956, el primer autorretrato de Bacon y seis pinturas suyas inspiradas por una imagen de Van Gogh fueron incluidas y exhibidas en la muestra Maestros de la Pintura Británica, 1800-1950, presentada en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.[10]​ En 1960, la obra de Bacon figura en Pintura británica 1700-1960, muestra que tiene lugar tanto en Moscú como en Leningrado.[11]

Infancia y pubertad

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Su padre era un militar británico retirado que se dedicaba a criar y entrenar caballos de carreras en Dublín. En 1914, debido a la Primera Guerra Mundial su familia se mudó a Londres. Entre 1914 y 1925 la familia Bacon vivió trasladándose intermitentemente de Inglaterra a Irlanda y viceversa. Debido a ello, su infancia no fue fácil. Padecía además de asma crónica y careció de un marco escolar regular, dado que su enfermedad le impedía acudir al colegio. Cuando sufría ataques asmáticos fuertes solían administrarle morfina.

En la pubertad, Francis Bacon se sentía atraído sexualmente por su padre,[12]​ llegando además a consumar "asuntos" con los mozos irlandeses que trabajaban en las caballerizas del exmilitar.[13]​ En 1925, al enterarse su padre de las inclinaciones homosexuales de su hijo, lo excluyó del hogar familiar a la edad de 16 años, enviándolo con un amigo de la familia a Europa continental para que hiciera de él "un hombre". Bacon partió con el amigo de su padre a Berlín, donde, irónicamente, terminó por seducir a ese acompañante, para entregarse luego a todos aquellos placeres que la Alemania de los "Dorados Veinte" tenía para ofrecerle.[14]

Comienzos artísticos

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Entre 1927 y 1928 Bacon residió en Berlín y París. Luego de estar durante dos meses en Berlín se dirigió a Francia, visitando París y viviendo durante medio año cerca de Chantilly, alojado por una pianista y aficionada al arte que había conocido en una exposición parisina. En ese período descubrió y admiró La masacre de los inocentes, óleo de Poussin conservado en el Museo Condé sito en dicha localidad. Este cuadro despertó en él, según dijo alguna vez, un gran interés tanto por la boca como por el grito. En la Galería Rosenberg de París, tras visitar una muestra que incluía con las figuras antropomorfas de Pablo Picasso, Bacon decidió hacerse pintor.[15]

De regreso a Londres, Bacon tomó algunas clases informales de dibujo y pintura con el artista australiano Roy De Maistre y, trabajando además como autodidacta, realizó sus primeras obras a partir de 1929. Realizó acuarelas, gouaches y óleos, pero su quehacer no fue inmediatamente reconocido y ello lo condujo a destruir parte de su producción. Para 1930 trabajaba en Londres como decorador de interiores y diseñador de muebles modernos.

Es hacia 1944 cuando finalizó su tríptico Tres estudios de figuras al pie de una crucifixión, cuadro tripartito con extrañas criaturas que en su momento generó polémica y es hoy considerado ser uno de los más originales e inquietantes del arte del siglo XX.[16]

A través de esa obra, que marca el inicio de la madurez artística en la carrera de Bacon, el pintor tácitamente decidió que el tema de sus pinturas sería tanto la vida en la muerte como la muerte en la vida. Buscó expresar su condición vital, ligada esta también a su lado autodestructivo. Michel Leiris le sugirió que el masoquismo, el sadismo y otro tipo de manifestaciones similares, en realidad, eran tan solo maneras de sentirse más humano. Bacon por su parte pintó la figura humana expuesta y vulnerable, deformada y mutilada, logrando así expresar "la soledad, la violencia y la degradación".[17]

Para 1945 Bacon desarrollaba ya un estilo propio e inconfundible, que años más tarde se tornaría obsesivo y hasta casi redundante o repetitivo. En 1949, el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA), compró una impresionante obra suya titulada Pintura 1946, que presenta dos figuras inciertas más una de ellas suspendida como si estuviese crucificada. También en 1949 Bacon comenzó a desarrollar una serie de variaciones fantasmagóricas sobre el Retrato de Inocencio X de Velázquez,[18]​ llegando a realizar no menos cuarenta de esos "papas". Curiosamente, Bacon los pintó guiándose por fotografías y, cuando tuvo la oportunidad de contemplar el original de Velázquez en Roma, se negó rotundamente a hacerlo.

Pintor singular y obra extraordinaria

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Francis Bacon realizó algunas de las pinturas más impactantes y desgarradoras del arte contemporáneo. Margaret Thatcher, también conocida como la "Dama de Hierro", alguna vez despreció la obra de Bacon, describéndola en términos de "asquerosos trozos de carne". Sin embargo, la enigmática obra de Bacon involucra no poco magnetismo sobre el espectador.[19]

El carácter de Bacon era tan atípico como poco dado a llamar la atención. Le gustaba vivir la vida plenamente, incluso si para ello le era necesario correr riesgos considerables. Hombre sádico e incorregiblemente destructivo, el piloto Peter Lacy fue su primer gran amor, lo conoció en 1952 y después de una tormentosa relación de ocho años con Bacon,[20]​ en la que Lacy solía destruir sus pinturas y una vez hasta llegó a arrojar al artista a través de una placa de vidrio,[21]​ Lacy se mudó a Tánger, donde el exceso de alcohol lo condujo a suicidarse en 1962.[22]​ Durante los años cincuenta y las postrimerías de los años sesenta, Bacon realizó varios retratos de Lacy; a él, Bacon lo representó en la serie titulada Hombre en azul,[23]​ reflejando luego su personalidad a través de imágenes drásticamente distorsionadas y a menudo tituladas mediante el uso de iniciales: Estudio de retrato para P.L. (1962) y Estudio para un retrato de P.L. (1964).[24]

En 1963, Bacon descubrió a George Dyer, su amante y modelo durante ocho años: lo sorprendió robando en su taller y, acto seguido, le propuso que podía llevarse todo lo que quisiera, solo si antes se acostaba con él.[25]​ Su relación fue intensa, inestable e imprevisible. Dyer fue modelo de Bacon y llegó a ser la principal fuente de inspiración para muchos de los cuadros que Bacon realizó particularmente entre 1963 y 1971, año este último en el que Dyer, entonces sumamente depresivo y contando ya con dos intentos previos de suicidio,[26]​ consiguió esta vez lograr su cometido y se suicidó habiendo ingerido una importante dosis de píldoras para dormir mezcladas con alcohol.[23]​ A pesar de ello, Dyer es el más conocido de los amantes de Bacon y ello en parte se debe a que el artista inmortalizó su suicidio a través de obras suyas en las que representó los instantes finales de Dyer sobre el lavatorio de una habitación de hotel, la noche en que se inauguraba la retrospectiva del pintor en el Grand Palais de París.[23]

Hacia 1975 Bacon inició una relación más estable, con John Edwards, quien subsecuentemente heredó sus bienes: unos 11 millones de libras esterlinas.[27]

Cada día para Bacon se dividía en dos. Por la mañana siempre pintaba. Para con su quehacer plástico poseía la rutina diaria de un trabajador serio. A partir de la tarde se vestía con sobriedad y concurría al pub del que era un incondicional —The Colony Room—, para dedicarse a la bebida y, eventualmente, dar luego rienda suelta a sus proclividades y apetitos sexuales.[28]​ Si bien existen numerosas anécdotas acerca de él, Bacon llevaba una vida bastante solitaria y poco dada a escándalos. Y pese a no haber completado ninguna educación formal, el pintor era un hombre cultivado y se interesaba por asuntos profundos.[29]​ Al considerarlos, sin embargo, podía fácilmente tomar cierta distancia de ellos a través del sarcasmo y recurriendo al factor sorpresa, tal como sucedió, por ejemplo, cuando el crítico de arte David Sylvester alguna vez le preguntó a qué edad llegó a comprender que la muerte también le llegaría él algún día, para obtener el siguiente comentario por parte de Bacon:

Me di cuenta cuando tenía diecisiete años. Lo recuerdo muy bien, muy claramente. Recuerdo que estaba mirando una cagada de perro sobre la acera y de pronto lo comprendí; ahí está, me dije: así es la vida. Curiosamente, [esa idea] me atormentó durante meses, hasta que llegué, como si dijésemos, a aceptar que uno está aquí, existiendo durante un segundo, y que le aplastan luego como a una mosca contra la pared.
Bacon, 1975.[30]

La actuación y el saber fingir era también parte de su estrategia artística. Bacon cuidaba su imagen como artista y la imagen que su obra daba al espectador. En varios sentidos hasta era el censor de quienes trabajaban con él, reteniendo información acerca de su persona y no permitiéndole a nadie publicarla. Debido a ello, el aproximarse a algunos datos biográficos de Bacon desde el plano de la total certitud puede ser tan arriesgado como caminar sobre una placa de hielo fino; no en vano la vaguedad e indeterminación de las palabras de Bacon suelen ir acompañadas de un dejar abiertas varias posibles lecturas de las mismas:

La pintura que me excita [...] destraba todo tipo de válvulas de sensación en mí, las que me devuelven a la vida violentamente.
Bacon, 1975.[31]

Asimismo, Bacon se había referido con anterioridad a su pintura como "un intento de traer la cosa figurativa sobre el sistema nervioso más violentamente y más incisivamente" que cualquier expresión abstracta, resumiendo entonces la naturaleza específica de su deseo en los siguientes términos:

Cuánto más claro y más preciso [el deseo], mejor. Por supuesto, cómo ser claro y preciso es actualmente una cosa terríblemente difícil. Y creo que ese es el problema de todos los pintores de hoy, o por lo menos de [todos aquel]los pintores que poseen un tema o algo figurativo en su obra. Ellos quieren hacerla sólo más y más precisa; pero [a través] de una precisión muy ambigua.
Bacon, 1962.[32]

De ello se deduce que Bacon no solo se interesaba por el arte figurativo sino también por introducir en su propia pintura esa "muy ambigua precisión" de la que habló en 1962, ingrediente que trabaja como una espada de doble filo sobre el espectador y le permite a su vez al artista expresar contenidos autobiográficos desde un plano de vaguedad e imprecisión.[33]

Curioso y desordenado, Bacon acumulaba en su taller innumerables recortes de prensa y fotografías de obras de arte del pasado. También le interesaban las películas mudas mostrando la figura humana en estado de locomoción, así como también aves y demás animales, pues le fascinaba el movimiento de los seres vivos. El taller de Bacon estaba tan desordenado, que el artista debía frecuentemente pisar sus fuentes visuales de inspiración para poder así lograr llevar a cabo su trabajo en el mismo. Solía desechar toda obra suya con la que no estuviese suficientemente satisfecho.[34]​ Tras la muerte del pintor, el taller de Bacon fue donado por Edwards a la Galería Municipal de Arte Moderno de Dublín, donde, luego de haber sido desmontado y trasladado, fue reconstruido con precisión arqueológica, como si fuera una obra de arte en sí mismo.

Bacon visitaba el Museo del Prado cada vez que podía hacerlo; a veces incluso en privado, mientras el museo permanecía cerrado al público. Sus últimos viajes a Madrid se debieron en parte a la relación que mantenía con un español, José Capelo.[35]

Entre el 3 de febrero y el 19 de abril de 2009 el Prado acogió una exposición antológica de Bacon que fue conmemorativa del centenario de su natalicio y que fue organizada junto con la Galería Tate de Londres y el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.[36]

En 2024 se realizó la muestra Human Presence en la National Portrait Gallery de Londres con 55 de sus mejores pinturas.[37]

Declaraciones y entrevistas filmadas

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Bacon fue un artista sumamente mediático y uno de los pocos en su tiempo que se expresó en innumerables oportunidades acerca de su obra y la relación de la misma con lo que él consideraba ser el trasfondo de la Historia del Arte y la producción de sus colegas contemporáneos, a quienes por lo general se refería con declarado desdén: en 1968, por ejemplo, Bacon no dudó en referirse a Jackson Pollock en los inesperados términos de "viejo confeccionista de encajes y puntillas".[38]​ Con todo, Bacon siempre sintió una profunda e inamovible admiración por Pablo Picasso así como por Alberto Giacometti. El pintor respetaba además el legado de los grandes maestros del pasado y llegó a montar una exposición del mismo organizada según los propios criterios de Bacon.[39]

Diversas entrevistas con Francis Bacon fueron registradas y filmadas en Londres y en París, especialmente entre 1960 y 1985. Entre las más memorables merecen ser indicadas las conversaciones filmadas por la BBC de Londres, donde Bacon dialoga con su mentor, el crítico de arte David Sylvester. El contenido de esos encuentros, sostenidos entre 1962 y 1974, fue compilado en un libro publicado en inglés en 1975 y cuya versión en español se titula Entrevistas con Francis Bacon.[40]

Bacon concedió entrevistas a David Sylvester, Peter Beard y Hugh Davies.[41]

Obra plástica

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La obra pictórica de Francis Bacon se inscribe en el marco de la pintura figurativa realizada después de la Segunda Guerra Mundial, el así denominado "arte de posguerra".[42]

Si bien el período en cuestión estuvo ampliamente dominado por la abstracción como tendencia artística,[43]​ el arte figurativo contó con la obra de maestros tales como Picasso, Matisse, Chagall, Dalí y Giacometti, así como también con la producción de nuevos artistas, entre quienes destacaron Balthus, Bacon y Dubuffet. Temáticamente, existen afinidades particularmente entre la producción de Bacon y la de Giacometti:

Mucho del аrte de Europa que siguió a la Segunda Guerra Mundial parece reflejar una respuesta a la guerra y sus consecuencias. Dos figuras dominantes en el arte europeo de los años cuarenta y cincuenta fueron el pintor británico Francis Bacon y el escultor con base en París Alberto Giacometti. Las figuras de Giacometti están enflaquecidas, a veces mutiladas; Bacon compara a los seres humanos con animales o incluso con reses de carne y sus rostros a menudo contienen una boca gritando silenciosamente. En ambos, los seres humanos aparecen aislados y solitarios.
Nicholas Serota.[44]

Estilísticamente, a lo largo de su carrera Bacon recurrió tanto al surrealismo como al expresionismo,[45]​ mas su obra pertenece a aquello que se denomina Nueva Figuración o Arte Neofigurativo,[46]​ tendencia de posguerra que retoma la figura humana pero a su vez también la distorsiona.[47]​ Bacon posiblemente sea el representante más destacado de la mencionada tendencia. A la pintura de Bacon también se la considera en términos de "Arte Existencialista".[48]​ Y, si bien todas las designaciones mencionadas son pertinentes en el caso de Bacon (y a veces incluso complementarias entre ellas), lo cierto es que la pintura de Bacon suele por lo general resistirse a ser clasificada. Y ello no es accidental: a lo largo de su carrera como pintor, Bacon declaró no pertenecer a ningún movimiento artístico, sin por otra parte alinearse o identificarse con ninguno ellos. Solo Picasso representaba para Bacon la gran fuerza creadora e inspiradora, el referente artístico potente por excelencia y el punto de partida para toda posible contribución del anglo-irlandés en su quehacer plástico. En efecto, Bacon se inició en el arte desarrollando una línea pictórica postpicasiana y basándose en la vía abierta que Picasso dejó entre la figuración y la desfiguración.[49]

Bacon plasmó considerable angustia en sus cuadros. Trabajó la representación de la figura humana pero desfigurándola y posicionándola en espacios cerrados e indeterminados.

Inicialmente la pintura de Bacon involucró una enorme tensión y una imaginería rayana al sensacionalismo; con el correr de los años, la tensión gradualmente tendió a mermar en su obra y el pintor llegó a crear imágenes que continuaron en cierta medida siendo inquietantes pero que también resultaban exultantes de esteticidad. La teatralidad y la magnificencia fueron dos factores cruciales en la producción artística de Bacon y, en buena parte, fue gracias a estos aspectos de su obra que Bacon alcanzó el éxito como pintor.[50]

Según Bacon, su arte es en gran medida autobiográfico. Pero para desarrollarlo, Bacon recurrió a un sinnúmero de imágenes provenientes de la Historia del Arte, los medios de comunicación masiva, y fotografías e ilustraciones médicas provenientes de manuales diversos.[51]

Algunas de sus primeras obras reflejan influencias de Picasso, otras incorporan elementos provenientes de la imaginería de Grünewald, Poussin, Rembrandt, Soutine y Cimabue; otras más poseen sus referentes en aquellas de Velázquez, Van Gogh, Miguel Ángel, Degas, Goya o Ingres.[52]​ Pero en todos los casos, las fuentes de inspiración son drásticamente transformadas y trascendidas por la propia intervención de Bacon.[53]

Crucifixión y animalidad, aislamiento y cópula, aprensión y crisis, deterioro, soledad, nostalgia y muerte son algunos de los temas frecuentemente abordados por Bacon en su imaginería pictórica.[54]

En no pocas de sus pinturas Bacon evoca la violencia de la Segunda Guerra Mundial, entremezclándola con vivencias íntimas suyas. En su serie de Crucifixiones (1933-1968) y en un cuadro titulado Cabeza rodeada de flancos bovinos de 1954,[55]​ Bacon rememora tangencial e insistentemente aquello que lo obsesiona: la agresividad del ser vivo y aquello que él entiende como su innata e inexorable inclinación hacia la violencia.[56]

Los retratos y autorretratos constituyen una parte importante de las pinturas de Bacon, entre las que se destaca George Dyer en un espejo de 1968,[57]​ obra donde el pintor sugiere la vulnerabilidad y la fragilidad del ser,[58]​ que pertenece a la colección del Museo Thyssen-Bornemisza en Madrid. Bacon hizo retratos prescindiendo de poses tomadas del natural; los desarrolló a partir de fotografías; retrató por lo general a sus compañeros íntimos y amigos, también a gente famosa o por él muy bien conocida. Además de desarrollar varios retratos de Peter Lacy, George Dyer y John Edwards, Bacon retrató también a Henrietta Moraes, Isabel Rawsthorne, Muriel Belcher, Lucian Freud, Peter Beard y Michel Leiris, así como también a Hitler, Pío XII y Mick Jagger.[59]

Desnudo tumbado y Figura recostada en un espejo son otras pinturas de Bacon que se exhiben respectivamente en el madrileño Museo Reina Sofía y en el Museo de Bellas Artes de Bilbao.

Interpretación de su obra

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Según el investigador argentino Mariano Akerman, "la imaginería del pintor británico Francis Bacon es un fenómeno extraordinario", por ser "original y provocativo" aunque "deja también perplejos a no pocos".[60]​ Ello no es casual, dado que Bacon es un notable exponente tanto del arte figurativo como de la deformación pictórica.[61]​ Considerando el carácter paradójico de la figuración desfigurativa desarrollada por Bacon durante el período de posguerra, Akerman observa que

El arte de Bacon es inusual tanto por sus formas como por su contenido. Complejo y contradictorio, al igual que el artista que lo ejecutó, es [también] extraño, intenso y problemático. Admirable y simultáneamente preocupante, ataca por sorpresa. Trabaja directamente sobre el "sistema nervioso" y abre "las válvulas del sentir". Resulta tan magnético como repulsivo. Es auténtico pero también inquietante. Se muestra profundo y frívolo a la vez. Atípico, quimérico, polivalente. Extremadamente sugestivo. Salvajemente humano.[62]

Críticos, medios de comunicación y homenajes póstumos

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David Sylvester, quien a menudo ponderó la producción de Francis Bacon, fue también uno de sus principales promotores. Sin embargo, la obra de Bacon es por lo general respetada o rechazada de plano. Los críticos ingleses la recibieron desde la polarización: Melville aplaudió el quehacer de Bacon. Una aproximación equilibrada y objetiva de Bacon fue desarrollada por John Russell. Mientras que tanto en Inglaterra como en los Estados Unidos la prensa fue a menudo hostil para con Bacon, exactamente lo opuesto se dio en Francia. Michel Leiris escribió con entusiasmo acerca de la pintura de Bacon y algo similar ocurrió con Gilles Deleuze. Con todo, el estadounidense Sam Hunter tomó valiosas fotografías de las imágenes que Bacon acumulaba en su estudio como fuentes de inspiración para su obra. Michael Peppiatt también se interesó por los contenidos del estudio de Bacon.

Fuera de los catálogos oficiales de las muestras de Bacon y las publicaciones académicas o especializadas en arte, la prensa y los medios de comunicación masiva fueron casi sin excepción tendenciosos y sensacionalistas respecto a la producción de Bacon; recurrieron a ideas repetidas hasta el cansancio y perpetuaron no pocos estereotipos y rumores acerca de la vida privada del artista.

A diferencia de los escritos biográficos preparados por Alley, Sylvester y Russell, aquellos de Farson fueron rechazados por Bacon mientras el artista vivió. Los hoy publicados escritos de Daniel Farson, tal como él mismo lo reconoce en el prefacio de su libro, no constituyen una biografía de Bacon sino que son un conjunto de recolecciones y memorias expresadas por ese conocido de Bacon.[63]

En 1998, la personalidad de Bacon fue cinemáticamente recreada por el director inglés John Maybury a través de una película titulada Love is the Devil (El amor es el demonio), donde Derek Jacobi encarnó a Bacon, mientras que su pareja, George Dyer, fue interpretado Daniel Craig.[64]​ Pero Love is the Devil no es documental ni biografía oficial ninguna;[65]​ tampoco ninguna pintura original de Bacon puede verse en dicha película,[66]​ que contiene diversas escenas resultantes de la lectura personal que el propio Maybury ha hecho de una biografía no autorizada sobre el pintor.[67]​ Es el subtítulo del film de Maybury el que aclara su propósito como cineasta, dejando claro que se trata de un "Estudio para un retrato de Francis Bacon".[68]

El mercado del arte

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Cotizaciones astronómicas

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El arte de Francis Bacon ha experimentado un extraordinario repunte de precios en el mercado de las subastas. Apreciado solo por unos pocos conocedores y coleccionistas hasta que alcanzó su madurez, Bacon llegó a ver cómo los precios de sus obras ascendían en progresión geométrica ya a mediados de los años ochenta y principios de los noventa. Mas Bacon no llegó a vivir lo suficiente para presenciar este fenómeno en todo su alcance. Lo cierto es que Bacon parecía mantenerse ajeno a su éxito y es posible que quienes lo rodeaban se aprovecharan de él. La Galería Marlborough, con quien el artista trabajaba, fue acusada de explotarlo y dosificar la llegada de sus obras al mercado para elevar sus precios.[69]​ Pero lo cierto es que Bacon tenía firmado un contrato de exclusividad con Marlborough Fine Art desde 1954, contrato que el pintor continuó renovando durante 38 años (hasta que murió). Heredero de Bacon, Edwards recibió, entre otras cosas, la magra suma de once millones de libras esterlinas. Acaso no sea exagerado sostener que desde que Bacon se unió a Marlborough Fine Art su fama sólo y entradas pecuniarias sólo se incrementaron. Y, desde mediados de los noventa y principios del siglo XXI, las obras de Bacon alcanzaron cotizaciones astronómicas.

Las dos pinturas existentes en el Museo Reina Sofía y el Museo de Bellas Artes de Bilbao se adquirieron en los años ochenta, antes de que las cotizaciones se disparasen. Según la revista Descubrir el Arte, el Desnudo tumbado se compró por 60 millones de pesetas; hoy se cotiza por encima de los 4000 (25 millones de euros). El polémico artista Damien Hirst pagó 23 millones de euros por una importante obra de Bacon, a quien elogió afirmando: «Jodió en el infierno». El magnate Román Abramóvich pagó 86 millones de dólares (54,5 millones de euros) por otra obra de Bacon titulada Tríptico 1976, a fin de regalársela a su novia, Daria Zhukova.[70]​ Según la revista Hola, varios son los coleccionistas españoles que cuentan con obras de Bacon, un fenómeno bastante inusual por tratarse de un artista extranjero, tan cotizado y de estilo cuando menos inquietante. Alicia Koplowitz poseía un cuadro de Bacon, mas lo vendió porque le resultaba desagradable en casa: tomó una decisión equivocada, pues poco después los precios del artista se quintuplicaron. El empresario Juan Abelló acaso posea el mejor repertorio de Bacon en España, con dos trípticos y un raro dibujo de 1933.

Récord mundial de venta en subasta pública

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El 12 de noviembre de 2013 el tríptico de Bacon titulado Tres estudios de Lucian Freud (1969),[71]​ que presenta tres impresionantes retratos del mencionado artista figurativo europeo del siglo XX,[72]​ alcanzó el precio récord de venta en subasta pública, 142 405 000 de dólares,[73]​ resultando así ser una de las tres obras más caras de toda la historia.[74]

El cuadro en cuestión —un óleo dedicado al amigo y rival de Bacon— fue subastado por la firma Christie's en el Rockefeller Plaza de la ciudad de Nueva York en una operación que no llegó a durar seis minutos.[75]

En un comunicado, la casa de remates Christie's expresó que «la obra fue vendida por 142.4 millones de dólares tras seis minutos de intensa puja en la sala y por teléfono».[76]​ Hasta ese momento, el récord en materia de subastas correspondía a la venta de El Grito (pastel de Edvard Munch, 1895), que en mayo de 2012 había alcanzado los 120 000 000 de dólares.[76]

Tres estudios de Lucian Freud es una pintura compuesta por tres lienzos. Muestra a Lucian Freud, las tres veces sentado en una silla contra un fondo amarillo. El cuadro formó parte de la gran retrospectiva de Francis Bacon en el Grand Palais de París (1971-72).[77]

Referíendose a la importancia de los trípticos en su quehacer artístico, Bacon alguna vez expresó:

Los trípticos son lo que más me gusta hacer, y pienso que eso puede estar relacionado con el deseo que algunas veces he tenido de hacer cine. Me gusta la yuxtaposición de imágenes separadas en tres lienzos diferentes. Si mi trabajo tiene alguna calidad, a menudo siento que tal vez es en los trípticos donde se encuentra la mejor de ellas.[78]

Nieto del padre del psicoanálisis, Lucian Freud solía por su parte describir a Bacon en términos tan categóricos como elocuentes: «el más sabio y el más salvaje».[79]

Influencia en las artes

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La misteriosa e impredecible personalidad de Bacon llevó a Lucian Freud a retratarlo y a Ronald Kitaj a incluirlo como protagonista en algunas de sus obras.[80]

La estética y temas acuñados por Bacon en sus pinturas inspiraron a artistas y creadores diversos, tanto en las artes visuales como en la danza y el cine. Entre los artistas plásticos que fueron influenciados por Francis Bacon se encuentran David Hockney, Carlos Alonso, Ygael Tumarkin y Norbert Tadeusz.[81]Damien Hirst respeta profundamente el legado visual de Francis Bacon y lo reconoce como un referente crucial en su quehacer artístico.[82]

Evidencian inspiración en el arte de Francis Bacon películas tales como El último tango en París (Bernardo Bertolucci, 1973),[83]​ así como también La escalera de Jacob (Adrian Lyne, 1990) y La celda (Tarsem Singh, 2000).[84]​ Acerca del personaje llamado Paul y encarnado en El último tango en París por Marlon Brando, el director italiano oportunamente declaró:

Quise que Paul fuera como las figuras que reaparecen obsesivamente en [los retratos de] Bacon: caras consumidas por algo que viene desde adentro.
Bernardo Bertolucci.[83]

En 1998, se publicó una biografía fílmica titulada Love Is the Devil: Study for a Portrait of Francis Bacon.

Referencias

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  1. Mariano Akerman, "Bacon: Painter with a Double-Edged Sword", Blue Chip Magazine, Vol. LXXXVIII, N°8, febrero-marzo 2012, págs. 30-31.
  2. Akerman, págs. 30-31; también Radio Santa Fe, Bogotá: « El artista plástico e historiador argentino cita a Bacon: "Quisiera que mis pinturas se vieran como si un ser humano hubiera pasado por ellas, como un caracol, dejando un rastro de la presencia humana y un trazo de eventos pasados, como el caracol que deja su baba" [pp. 30-31] » (Iván Augusto Briceño Linares, Radio Santa Fe, 1070 A.M., Bogotá, 13 de noviembre de 2013; accedido 31 de enero de 2014).
  3. Bacon, entrevistado por Sylvester, 1966-67 (Sylvester, Entrevistas con Francis Bacon, Barcelona: Polígrafa, 1975, p. 46 y fig. 44).
  4. Bacon, entrevistado por David Sylvester, 1966-67 (Sylvester, Entrevistas con Francis Bacon, pp. 32-34 y fig. 33).
  5. Sylvester, Entrevistas con Francis Bacon, p. 29, fig. 26.
  6. «Bacon’s father - Anthony Edward ‘Eddy’ Mortimer Bacon (1870-1940).». Archivado desde el original el 31 de enero de 2008. Consultado el 3 de octubre de 2021. 
  7. Dublín, Hugh Lane Municipal Gallery of Modern Art, Francis Bacon in Dublin, junio-agosto de 2000, p. 126: "Young British Painters".
  8. John Russell, Francis Bacon, Londres, 1964; Nicholas Serota, Tate Gallery, Londres: Tate, 1995.
  9. Londres, Tate Britain, Francis Bacon: A Centenary Retrospective, septiembre 2008-enero 2009, p. 258: "The Last Fifty Years in British Art".
  10. Richard Calvocoressi, Francis Bacon: Portraits and Heads, National Galleries of Scotland, 2005, p. 94: "Masters of British Painting".
  11. Londres, Tate, Bacon, 2009, p. 262: "British Painting 1700-1960".
  12. Bacon, entrevistado por Sylvester, 1971-73 (Sylvester, Interviews with Francis Bacon, Londres: Thames & Hudson, 3ª ed., 1987, pp. 71-72; Entrevistas, pp. 71-72).
  13. Bacon, entrevistado por Sylvester, 1971-73: "the grooms and people in the stables I had affairs with" (Sylvester, Interviews, p. 72). El modo en que Bacon emplea el término affairs es equívoco, pero puede entenderse ya como 'asuntos' o 'relaciones sexuales'; la edición española traduce affairs como 'relaciones', término que, dado su contexto en la conversación, no puede tener otro valor que el de 'relaciones sexuales' (Sylvester, Entrevistas, p. 72).
  14. John Russell, Francis Bacon, Londres, 1964.
  15. Davies, Bacon, p. 117.
  16. Tate Gallery de Londres: Three Studies for Figures at the Base of a Crucifixion.
  17. Radio Santa Fe de Colombia: «La obra de Bacon [... presenta] la figura humana deformada, mutilada y expuesta en lo que según Mariano Akerman, autor del artículo Bacon: Painter with a Double-Edged Sword, es una reflexión sobre la "soledad, la violencia y la degradación" [p. 29].» (Briceño Linares, Radio Santa Fe, Bogotá, 13 de noviembre de 2013).
  18. Óleo exhibido en el Palazzo Doria-Pamphili de Roma.
  19. Mariano Akerman, "Bacon: Painter with a double-edged sword", Blue Chip Magazine, febrero-marzo 2012, págs. 29-33; traducido en español, el título de este artículo es "Bacon: pintor con espada de doble filo".
  20. Mark Brown, "Portrait of Francis Bacon's violent lover to be auctioned at Sotheby's", The Guardian, 8 de abril de 2013 (accedido 4 de julio de 2014).
  21. Acerca de los efecto de este incidente escribió el historiador del arte John Richardson en la New York Review of Books: "En un estado de demencia alcoholica, él [Lacy] lanzó a Bacon a través de la placa de vidrio de una ventana. Su cara quedó tan dañada que tuvieron que reubicarle el ojo derecho y cosérselo. [Desde entonces,] Bacon amó a Lacy aún más [de lo que acostumbraba]" (Charlotte Higgins, "Sado-masochism and Stolen Shoe Polish: Bacon's Legacy Revisited", The Guardian, 22 de noviembre de 2009).
  22. Brown, "Portrait", 2013. Bacon se enteró de ello precisamente cuando abría los telegramas de salutación recibidos ese día a raíz de la apertura de su primera retrospectiva la Tate Gallery de Londres: entre ellos figuraba uno informándole acerca del gesto final de Lacy (Higgins, "Sado-masochism", 2009.
  23. a b c Higgins, "Sado-masochism", 2009.
  24. El cuadro de 1964, en inglés: Study for a Portrait of P.L., se encuentra en el Sprengel Museum de Hannover (Francis Bacon: The Violence of the Real, ed. Armin Zweite, Londres: Thames & Hudson, 2006, p. 146). Otra pintura en la que Bacon ha retratado a Lacy, aunque sin incluir esta vez sus iniciales en el título de la obra, es Estudio para retrato sobre cama plegadiza, trabajo ejecutado en 1963 (Tate Gallery de Londres: Study for Portrait on a Folding Bed).
  25. Según Maybury, Love is the Devil, película rodada con los auspicios del British Council.
  26. Higgins, "Sado-masochism", 2009. Sin lograr su objetivo, Dyer había intentado ya suicidarse cuando estuvo con Bacon tanto en Grecia en 1965 y como en Estados Unidos en 1968 (París, Centre Georges Pompidou, Bacon, 1996, pp. 302-303). Según John Richardson, el intento de suicidio de Dyer en Estados Unidos precedió a otro que tuvo lugar en Grecia (Higgins, "Sado-masochism", 2009); sin embargo, tomada en 1965, una fotografía deja constancia de la presencia de Dyer y Bacon bebiendo juntos en el vagón comedor del Orient Express (París, Pompidou, Bacon, 1996, p. 302), por lo que es posible que Richardson haya erróneamente invertido el orden de los intentos de suicidio de Dyer o que Bacon y Dyer hayan vuelto a viajar a Grecia en 1969 o 1970 (cosa esta última que no es indicada por ninguna de las fuentes consultadas).
  27. Documental de la BBC, Francis Bacon, dirigido por Adam Low.
  28. Cuando Bacon bebía, a menudo lo hacía hasta la ebriedad total, es decir, la pérdida del control sobre sí mismo.
  29. Leía los clásicos de la literatura y también los textos de escritores modernos; se interesaba por las tragedias de Esquilo y de Shakespeare; además conocía la correspondencia de Van Gogh y las obras de Nietzsche, Proust, Sigmund Freud, Cocteau y T.S. Eliot (Sylvester, "Notes sur Francis Bacon", Connaissance des Arts, julio-agosto de 1996, p. 41).
  30. Sylvester, Interviews, Londres: Thames & Hudson, 3ª ed., 1987, p. 133.
  31. Sylvester, Interviews with Francis Bacon, p. 141.
  32. Sylvester, Interviews with Francis Bacon, pp. 12-13.
  33. Akerman, "Painter with a double-edged sword", 2012, pp. 29-33.
  34. En cierta ocasión entregó parte de sus bocetos a un plomero que acababa de reparar algo en su atelier para que los destruyese; el operario los conservó y décadas después ese material fue subastado y alcanzó cifras exorbitantes. Se trata de un conjunto de bocetos que fueron atribuidos a Bacon después de su muerte y acerca de cuya autoría existen no pocas controversias (Matthew Gale, Francis Bacon working on Paper, Londres: Tate, 1999).
  35. Pilar Vidal, El amante español de Bacon, El Mundo, 8 de febrero de 2014. Según entrevista previamente publicada en el londinense Sunday Times, y a la que Vidal se refiere en su artículo en español, se trata de José Capelo Blanco, a quien Bacon le dejó tres millones de euros y algunas de sus obras. El sujeto en cuestión, según Vidal, "no es banquero de profesión, como algunos creían, sino un ingeniero que trabajaba para una firma hispanobritánica dedicada a la expansión de mercados". Bacon le conoció en 1988, luego viajó con él a París, Sicilia, Centroeuropa, Cataluña y Andalucía. Por otra parte, agrega Vidal, "el pintor no sólo tuvo un único amante español" y estuvo "siempre fascinado por los antros peligrosos", que durante los últimos años de Bacon fueron específicamente madrileños.
  36. Londres y Nueva York, Tate Britain y Museo Metropolitano de Arte, Francis Bacon: A Centenary Retrospective, septiembre 2008-enero 2009.
  37. Yang, Christina (10 de octubre de 2024). «Francis Bacon: Human Presence at the National Portrait Gallery | Exhibition review». The Upcoming. Consultado el 13 de octubre de 2024. 
  38. En los términos empleados por Bacon in inglés: "old lace-maker", cuyo significado es 'viejo encajero'; Charlotte Higgins, [Sado-masochism and Stolen Shoe Polish: Bacon's Legacy Revisited], The Guardian, Londres, 22 de noviembre de 2009.
  39. En 1985, Bacon accedió a una invitación de Michel Levey y seleccionó entre las obras que pertenecen al patrimonio británico dieciocho obras de arte de los grandes maestros que fueron entonces exhibidas en la National Gallery de Londres; entre los autores de las obras elegidas por Bacon figuraban Masaccio, Miguel Ángel, Velázquez, Rembrandt, Goya, Ingres, Turner, Manet, Seurat, Van Gogh, Cézanne y Degas (Londres, National Gallery, The Artist's Eye: Francis Bacon — An Exhibition of National Gallery Paintings Selected by the Artist, octubre-diciembre de 1985).
  40. David Sylvester, Entrevistas con Francis Bacon (Interviews with Francis Bacon), Barcelona: Polígrafa, 1975.
  41. Sylvester, Entrevistas con Francis Bacon, Barcelona: Polígrafa, 1975; extractos de conversaciones con Beard figuran en Nueva York, Museo Metropolitano de Arte, Bacon, 1975; Hugh Davies y Sally Yard, Bacon, Nueva York: Abbeville, 1986.
  42. Nicholas Serota, Tate Gallery, Londres: Tate, 1995, pp. 20-21.
  43. Destacándose entre los principales exponentes de la abstracción de posguerra pintores tales como Jackson Pollock y Mark Rothko (Serota, Tate Gallery, p. 21).
  44. Serota, Tate Gallery, p. 20: "Art Post-War".
  45. Pero, a diferencia de los surrealistas, Bacon no se interesó por el mundo onírico ni por la fantasía, sino —como lo reafirmó en un sinúmero de entrevistas— por la realidad; rechazó además ser considerado un pintor expresionista, posiblemente porque su imaginería abarcaba el estudio de lo humano pero desde lo físico y material (a diferencia de los expresionistas, quienes varias décadas antes que Bacon buscaron reencontrarse con los aspectos espirituales del ser humano a través de sus creaciones).
  46. Esta designación surgió en París durante los años sesenta e inicialmente fue conocida como « Nouvelle Figuration »—Nueva Figuración.
  47. Otros artistas destacados cuya obra responde a pautas análogas son Alberto Giacometti y Jean Dubuffet.
  48. Amy Dempsey, Art in the Modern Era, Nueva York: Harry N. Abrams, 2002, pp. 176-179: "Existential Art", donde el arte de Bacon es asociado a la producción de artistas tales como Jean Fautrier, Germaine Richier y Lucian Freud.
  49. Bacon, entrevistado por David Sylvester en Londres a principios de los años sesenta.
  50. Adrian Searle, "Press Views", BBC, 4 de octubre de 2009; accedido 5 de julio de 2014.
  51. Entre el material acumulado en el estudio de Bacon se encontraban numerosas láminas con cronofotografías sobre la locomoción animal tomadas por Eadweard Muybridge hacia 1884-85.
  52. Imágenes de obras pertenecientes a la Historia del Arte y de las que Bacon poseía reproducciones en su estudio en Londres:
  53. Acerca de ello se expresó el crítico de arte inglés John Russell, quien oportunamente se ha referido además al modus operandi del pintor en términos de "baconianización de imágenes".
  54. Madrid, Prado, Francis Bacon, febrero–abril 2009; también los comentarios de Manuela Mena (accedido 9 de mayo de 2014).
  55. Head Surrounded by Sides of Beef; Instituto de Arte de Chicago.
  56. Según el filósofo Gilles Deleuze, la figuras de Bacon son representativas de la condición del hombre del siglo XX: aquello que Cézanne hizo con el paisaje en el siglo XIX, Bacon y Giacometti lo trasladaron al hombre representándolo en el arte; angustiados por la vida, los dos últimos estuvieron a su vez también entusiasmados por el arte (Francis Bacon: Logique de la sensation).
  57. Portrait of George Dyer In a Mirror.
  58. Dublín, Hugh Lane Municipal Gallery of Modern Art, Francis Bacon in Dublin, 2000, p. 97.
  59. Sujetos retratados por Bacon, con la fecha en que Bacon realizó una pintura de ellos:
  60. Akerman, "Ser y no ser: identidad en el arte de Francis Bacon", News BAC Online, Buenos Aires: British Arts Centre y Asociación Argentina de Cultura Inglesa, septiembre de 2013 (accedido 20 de septiembre de 2013); Buenos Aires, British Arts Centre, Ser y no ser: identidad en el arte de Francis Bacon, folleto, septiembre de 2013 (información digitalizada); Juan Ramírez Carbajal, Cruz y ficciones: historia e iconografía del Señor de la Expiración del Santuario de Lo de Villa, Cuauhtémoc: Universidad de Colima, 2014, p. 127.
  61. Mabel Salinas, Francis Bacon, un pintor que detonó opiniones polarizadas, Terra, 27 de abril de 2015 (consultado 1 de mayo de 2015).
  62. Akerman, "Ser y no ser: identidad en el arte de Francis Bacon", News BAC Online, Buenos Aires: British Arts Centre y Asociación Argentina de Cultura Inglesa, septiembre de 2013 (accedido 20 de septiembre de 2013); Buenos Aires, British Arts Centre, Ser y no ser: identidad en el arte de Francis Bacon, folleto, septiembre de 2013 (información digitalizada); Salinas, "Bacon", Terra, 27 de abril de 2015; María Fernanda Ampuero, Bacon: la vida es grito, Mundo Diners, Quito, 1 diciembre 2016, Artes: Galería; accedidos 13 de enero de 2017). En sus entrevistas, Bacon a menudo expresó su deseo de atacar "el sistema nervioso" del espectador sorpresivamente; la idea de abrir "las válvulas del sentir" pertenece también a Bacon.
  63. Daniel Farson: The Gilded Gutter Life of Francis Bacon (La vida de alcantarilla dorada de Francis Bacon); su texto fue publicado solo después de muerto el pintor (1992), dado que Bacon se oponía a su contenido por considerarlo no objetivo, tendecioso y sensacionalista (Roger Ebert, "Love is the Devil", 1998).
  64. Posteriormente, Craig llegará a ser famoso como protagonista principal de algunas las películas de James Bond. En la película de Maybury interviene también Tilda Swinton.
  65. El film está basado en una biografía no autorizada sobre el pintor (Roger Ebert, Love is the Devil, 20 de noviembre de 1998; accedido 4 de julio de 2014).
  66. La Galería Marlborough de Londres, entonces a cargo de los derechos concernientes al Legado de Bacon, no dio su autorización para que Maybury incorporase imágenes de las pinturas originales del autodidacta anglo-irlandés en su película (Ebert, 1998: "There are no paintings by Francis Bacon in "Love Is the Devil." Permission was refused by the estate."); incluso las imágenes que rememoran las supuestas fuentes de inspiración del pintor no son los auténticos documentos de trabajo otrora empleados por el pintor para realizar su producción plástica.
  67. Farson, The Gilded Gutter Life of Francis Bacon, texto publicado solo después de haber fallecido el pintor en 1992 (Ebert, "Love is the Devil", 1998). En lo que concierne a la documentación canónica, no consta en ninguna fuente el que George Dyer haya apagado ningún cigarrillo en la espalda de Bacon ni tampoco existen pruebas de que Bacon haya acariciado con nostalgia la almohada (que posiblemente sí pudo haber compartido con Dyer) luego de que su amante se haya suicidado en París: contrariamente a lo retratado por Maybury, lo cierto es que el suicidio de Dyer tuvo lugar en 1971, poco tiempo antes de la apertura de la gran retrospectiva de Bacon en el Grand Palais de esa ciudad (París, Galeries nationales du Gran Palais, Francis Bacon, 1971). Sin embargo, la muerte de Dyer no detuvo el quehacer profesional de Bacon, quien siguió adelante con todo aquello que le demandaba el exhibir su obra en la capital francesa, tal como demuestra una entrevista allí filmada por aquel entonces, donde Bacon habla con su entrevistador en francés acerca de temas diversos y lo hace en un tono provocativo y seductor ("Francis Bacon", documental por Arena, con declaraciones del artista).
  68. El título completo de la película es Love is the Devil: Study for a Portrait of Francis Bacon.
  69. En 2003, Marlborough mantuvo un litigio con quienes representaban al único heredero del patrimonio de Bacon, John Edwards (The Bacon–Marlborough Dispute: A Case Study in Mediation).
  70. «Daria Zhukova, la discreta novia del multimillonario Roman Abramovich.» Archivado el 12 de septiembre de 2008 en Wayback Machine. Hola, 7 de septiembre de 2008.
  71. Francis Bacon's Three Studies of Lucian Freud: An Icon of Twentieth Century Painting Archivado el 18 de octubre de 2014 en Wayback Machine., Christie's, comunicado de prensa, 12 de noviembre de 2013 (accedido 13 de noviembre de 2013).
  72. Catálogo dedicado al cuadro de Bacon: Nueva York, Christie's, Francis Bacon: Three Studies of Lucian Freud, 1969, noviembre de 2013, 213 páginas, con la obra, detalles, fuentes de inspiración, contexto general y citas diversas, disponible en Internet (accedido 14 de noviembre de 2013).
  73. El cuadro fue subastado en por Christie's en el Rockefeller Plaza de la ciudad de Nueva York. El precio alcanzado de la obra de Bacon fue de 127 000 000 USD (93 890 000 euros), a los que, agregándorseles los impuestos y comisiones propias de la operación, forman el total de 142 405 000 USD. Acerca de lo sucedido, véase Récord mundial por una obra de Bacon, La Nación, Buenos Aires, 13 de noviembre de 2013 (accedido el mismo día de su publicación); cuya base son noticias en inglés, emitidas y/o publicadas todas el 12 de noviembre de 2013: Carol Vogel, At $142.4 Million, Triptych Is the Most Expensive Artwork Ever Sold at an Auction, The New York Times, Nueva York; Jon Swaine, Francis Bacon Triptych smashes Art Auction Record, Telegraph, Londres; y Ula Ilnytzky, Francis Bacon fetches Highest Auction Price Ever Archivado el 14 de noviembre de 2013 en Wayback Machine., The Huffington Post, Nueva York (incluye vídeo); y Radio Santa Fe de Colombia: «La obra de Bacon expresa la autodestrucción a través de la figura humana deformada, mutilada y expuesta en lo que según Mariano Akerman [...] es una reflexión sobre la "soledad, la violencia y la degradación"» (Iván Augusto Briceño Linares, "142 Millones de dólares costó la pintura subastada más cara del mundo", Radio Santa Fe, 1070 A.M., Bogotá, 13 de noviembre de 2013; accedido 31 de enero de 2014).
  74. La obra de Bacon es la tercera obra de arte más cara de la historia, tras solo Los jugadores de cartas (Paul Cézanne, 1890), por el que se pagaron 191,6 millones de euros (en venta privada), y El sueño (Pablo Picasso, 1932), vendido por 116 millones de euros (también en venta privada). García Vega, Mercado de arte: la tormenta perfecta, El País, Madrid, 14 de noviembre de 2013; Los jugadores de cartas' de Cézanne, el cuadro más caro vendido en subasta, RTVe, 6 de febrero de 2012.
  75. Vídeo de Christie's: In The Saleroom: Francis Bacon's Three Studies of Lucian Freud, Rockefeller Plaza de Nueva York, 12 de noviembre de 2013: "Post-War and Contemporary Evening Sale", N° 2791.
  76. a b La Nación: Récord mundial.
  77. Con excepción de una muestra dedicada a Turner (fallecido en 1851), la retrospectiva de Bacon fue la única que el gobierno de Francia dedicó a un pintor inglés.
  78. Bacon, citado por David Sylvester: "Triptychs are the things I like doing most, and I think this may be related to the thought I’ve sometimes had of making a film. I like the juxtaposition of the images separated on three different canvases. So far as my work has any quality, I often feel perhaps it is the triptychs that have the best quality" (Looking back at Francis Bacon, Londres, 2000; Christie's).
  79. Freud, citado por Akerman, disertación pública para el ciclo "Arte e Identidad"; Buenos Aires, British Arts Centre y Asociación Argentina de Cultura Inglesa, Ser y no ser: identidad en el arte de Francis Bacon, 2 de octubre de 2013; Akerman a su vez citó las palabras de Freud, rememoradas por Bruce Bernard y publicadas en Londres, British Council, From London: An exhibition of works by Francis Bacon, Lucian Freud, Leon Kossoff, Michael Andrews, Frank Auerbach and R B Kitaj, organised by the British Council in association with the Scottish National Gallery of Modern Art, 1995: «(He) hit Soho like a welcome and highly stimulating whirlwind in 1948. He seemed quite unique to me at twenty – magical – his extraordinary energy and intelligence allowing him a marvellous overflow of frivolity that came from far too interesting a person to be regarded simply as 'camp'. Lucian later described him as the 'wisest and wildest' person he had even known» (British Council: Visual Arts; accedido 14 de noviembre de 2013).
  80. Jonathan Fineberg, Art since 1940: Strategies of Being, Londres: Laurence King, 1995, p. 162.
  81. Hockney, Nosotros dos muchachos adheriéndonos, 1961 (Daniel Wheeler, Art since Mid-Century, Londres: Thames & Hudson, 1991, p. 158, fig. 271: "We Two Boys Together Clinging"); Ana Maria Wieland, Francis Bacon, Múnich: Prestel, 2009, p. 115.
  82. Higgings, "Sado-masochism", 2009. Hirst se refirió a ello en octubre de 2009, considerando el estilo de pintura que, según dijo, estuvo desarrollando durante años; las pinturas en cuestión fueron exhibidas en una muestra londinense titulada Ningún amor perdido (No Love Lost), mas ella obtuvo una durísima respuesta por parte de los críticos, especialmente Tom Lubbock, Rachel Campbell-Johnston y Adrian Searle ("Press Views: Damien Hirst's Paintings", BBC, 4 de octubre de 2009; accedido 5 de julio de 2014. A las pinturas de Hirst, Lubbok las describe como "completamente derivativas, [...] técnicamente flojas, [... y] extremadamente aburridas"; Campbell-Johnston las tilda de "escandalosamente malas"; y Searle las compara con el trabajo de un aficionado a la pintura y un adolescente, enfatizando que ellas carecen del tipo de teatralidad y grandeza que condujeron a Bacon al éxito).
  83. a b Wieland, Bacon, 2009, p. 114.
  84. Conocida entre las audiencias latinoamericanas como La célula, The Cell es una película de terror protagonizada por Jennifer Lopez.

Bibliografía

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  • Akerman, Luis Mariano. "Bacon: Painter with a double-edged sword", Blue Chip Magazine, Vol. LXXXVIII, N.º 8, febrero-marzo de 2012, págs. 29-33 (disponible en línea, mayo de 2012).
  • Calvocoressi, Richard. Francis Bacon: Portraits and Heads, National Galleries of Scotland, 2005.
  • Davies, Hugh, y Sally Yard, Bacon, Nueva York: Abbeville, 1986.
  • Dublín, Hugh Lane Municipal Gallery of Modern Art, Francis Bacon in Dublin, junio-agosto de 2000.
  • Gale, Matthew. Francis Bacon working on Paper, Londres: Tate, 1999.
  • Londres, National Gallery, The Artist's Eye: Francis Bacon — An Exhibition of National Gallery Paintings Selected by the Artist, octubre-diciembre de 1985.
  • Londres y Nueva York, Tate Britain y Museo Metropolitano de Arte, Francis Bacon: A Centenary Retrospective, septiembre de 2008-enero de 2009.
  • Norwich, Sainsbury Centre for Visual Arts, Trapping Appearance, 1996.
  • Nueva York, Museo Metropolitano de Arte, Bacon, 1975.
  • París, Galeries nationales du Grand Palais, Francis Bacon, 1971.
  • París, Centre Georges Pompidou, Bacon, junio-octubre de 1996.
  • Rothenstein, John, y Ronald Alley. Francis Bacon, Londres: Tate Gallery, 1964.
  • Russell, John. Francis Bacon, Londres, 1964.
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  • Sylvester, David. Interviews with Francis Bacon (1975), Londres: Thames & Hudson, 3ª ed., 1987.
  • ———. Entrevistas con Francis Bacon, Barcelona: Polígrafa, 1975.
  • ———. "Notes sur Francis Bacon", Connaissance des Arts, París, julio-agosto de 1996, p. 41
  • Wieland, Ana Maria. Francis Bacon, Múnich: Prestel, 2009.
  • Zweite, Armin, ed. Francis Bacon: The Violence of the Real, Londres: Thames & Hudson, 2006.

Enlaces externos

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